Paolo, el hermano de Luis, rompe el silencio: "No somos racistas" Es Paolo Suárez, el hermano mayor de Luis, que triunfa desde hace años en el fútbol de El Salvador. Es el otro Suárez, el que casi nadie conoce, pero es tan uruguayo como Luis y vibra tanto con la Celeste como el goleador del Liverpool






El "ringtone" de su teléfono celular desnuda su gusto musical. La voz de Mark Antony es nítida y clara. Suena a todo ritmo. Después de unos segundos, surge otra voz, mucho más calma, más pausada, más serena y dice "Aló".

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Lejos de todo, pero cerca de los afectos, Paolo está a punto de nacionalizarse para poder defender a la selección de El Salvador. El que aceleró el proceso, fue otro uruguayo: el entrenador de "la Azul", Ruben Israel.

"Todavía está por resolverse el tema. Falta el aval de la FIFA. Exige cinco años de corrido en el país y yo estuve dos meses y medio en Holanda y tres en el Uruguay. Y pese a que no jugué un solo minuto, eso me inhabilita a jugar por la selección de El Salvador. Yo me radiqué acá en el 2005, mi hijo es salvadoreño, es un tema puntual, pero creo que se puede dar", dice Paolo, una de las figuras del fútbol local.


"Fui a Fénix y pedí entrenar con el plantel principal. Me abrieron las puertas de par en par. El técnico era el `Ronco` López. Me vio entrenar y me preguntó si no me quería fichar, si no quería quedarme a jugar. Y acepté. Firmé contrato por un año pero una lesión en el tobillo me impidió jugar. No estuve ni un minuto en cancha, en la tercera práctica me sacaron el tendón de lugar y chau... fue sin mala intención, fue una jugada puntual, como las que suceden en cualquier `entreno`. En mi vida me había lesionado, pero bueno... así se dio", rememora Paolo.

"No soy goleador. Me ha ido bien, es cierto, en los últimos torneos me premiaron como el mejor jugador del campeonato y eso me halaga. Es que el equipo anda bien, ganó tres de los últimos torneos y está entre los ocho mejores equipos de la Concacaf. Es un grande, el Isidro Metapán. Juego como media punta, un "10" como quien dice. Me gusta andar con la pelota y dar buenos pases", agrega.

Se le nota el acento centroamericano. Es que hace 11 años que dejó su Salto natal para buscar un nuevo horizonte, siempre detrás de una pelota de fútbol. Pero no perdió sus raíces ni el "ta" característicos de los uruguayos. Dice que con su hermano Luis habla mucho y está al tanto de todo lo que sucede en Inglaterra y en Uruguay.

"No hablamos todos lo días con Luis pero sí día por medio. Nos comunicamos con el Blackberry y hasta nos mandamos fotos de nuestras familias. Siempre nos llevamos bien, siempre...", dice Paolo.

Y claro, el tema de Evra y la denuncia por racismo no se pasó por alto. Era ineludible. "Fue duro ¿no? Hubo todo tipo de comentarios, pero nosotros como familia siempre estuvimos tranquilos. Conocemos nuestras raíces y cómo nos criaron. Nuestras amistades saben como somos y que tenemos amigos afrodescendientes desde chicos... jamás tuvimos un solo problema. No somos racistas. Evra dañó la imagen de un jugador joven, con gran futuro, pero no va a poder sostenerlo porque quienes conocen a Luis, quienes nos conocen desde chicos saben que jamás discriminamos a nadie, que nunca tuvimos prejuicios. Se aprovechó del momento de Luis, sacó ventaja de una situación en la cancha, nada más", dice aún molesto por todo lo que le tocó vivir a su hermano.

El tema de la selección también estuvo en el tapete. "Sigo todo sobre Uruguay. Las emociones no se pierden, pero las celebraciones no son las mismas, claro. La distancia, la lejanía, hace que todo se vea diferente, pero cada vez que juega Uruguay prendemos la TV y escuchamos radios uruguayas por internet tomando mate. Es como si estuviésemos allá... eso no cambia. Vivimos los partidos de la misma manera que allá. Pensamos que estamos en casa, y no se sufre tanto la lejanía", confiesa.

Paolo agrega: "Y sí... se disfruta más teniendo a un hermano siendo parte de esa historia, siendo protagonista... crece la emoción, uno está mucho más expectante, más al tanto de lo que sucede con la selección.

Hoy, a sus 31 años, disfruta del fútbol como el primer día. En El Salvador encontró su lugar en el mundo. Es ídolo, querido por una afición que es muy exigente y respetado, claro. Porque todos los estamentos del balompié salvadoreño lo quieren tener en "la Azul", en la selección. El tiempo dirá qué es lo que resuelve la FIFA al respecto.

Mientras tanto, hace de las suyas en el Isidro Metapán y se regocija con las ocurrencias de su hijo Paolo Agustín.


PELOS Y SEÑALES



Nombre: Rodolfo Paolo Suárez Díaz.

Fecha de nacimiento: 6 de julio de 1980. Tiene 31 años.

Nacionalidad:

uruguayo-salvadoreño.

Estado civil:

Está en pareja desde hace 11 años con Laura. Tiene un hijo: Paolo Agustín de 4 años.

Altura y Peso: 1.74 y 68 kilos.

Posición en cancha: Juega de media punta o como enlace, generalmente por izquierda. Tiene buen manejo de pelota. Es pasador nato, tiene buen pie. Estratega. Trayectoria:

Debutó en el fútbol profesional en 1997, defendiendo a Basáñez. En 2001 pasó a Deportivo Maldonado y luego fue al fútbol colombiano. En 2003 defendió al Santa Fe. En 2005 volvió a Basáñez y esa misma temporada se vinculó al fútbol salvadoreño. Pasó al Isidro Metapán, club que defiende actualmente. También jugó en el FAS de El Salvador pero sólo 6 meses.

Títulos: Con el equipo metapaneco conquistó los títulos de campeón en los torneos Clausura de 2007, en el Apertura 2008, Clausura 2009, Clausura 2010, Apertura 2010 y el torneo Apertura 2011.

Logros: En la temporada 2010 fue elegido como "Jugador del año" por El Diario de Hoy. El 9 de abril de 2011, alcanzó la cifra de 200 juegos en la liga mayor salvadoreña. A nivel internacional participó en la Concacaf Liga Campeones, en 2008-09, 2010-11, y 2011-12, en la que convirtió en cuatro ocasiones.
Ruben Israel aceleró el proceso en la selección

Para Ruben Israel, entrenador uruguayo que dirige a la selección de El Salvador, "Paolo Suárez es un gran jugador, un talentoso. Apenas lo ví jugar, pedí que lo nacionalizaran. Hablé con él y aceptó. Ahora dependemos de lo que diga la FIFA al respecto. Pero es notable jugador, un estratega", apunta Israel desde su residencia salvadoreña.

"Yo ya había estado por nacionalizarme pero desde que llegó (Ruben) Israel como que hubo más prisa por lograrlo. Me vio jugar y se interesó por mí. Metió presión en la Federación y quiere una definición rápida al tema. Se portó muy bien. Me gusta su forma de ser. Ya hablé con él, tuve varias conversaciones, es un gran entrenador. Ojalá se pueda dar y me pueda sumar a la selección", señala Paolo, que espera la decisión de la FIFA.